lunes, julio 31, 2006

Boicot a Iberia

Ya de vuelta desde París, se me quedan muchos temas en el tintero de los que hablar. No os voy a aburrir con fotos del viaje, aunque algunas cosas de estos diez días de periplo caerán. Hay muchos asuntos que me revuelven las tripas y me dan ganas de soltar culebras por la boca, pero haremos caso de Carl Warren y empezaremos por lo más próximo, que así me da tiempo a serenarme y no decir más de lo que debo.
"Hasta entonces nunca me habían aterrado de esta forma los aeropuertos"... Eso decía la canción de Ismael Serrano y eso piensan muchos españoles desde el pasado fin de semana. O incluso desde el 15 de julio. Sinceramente, no sé cómo muchos siguen volando con Iberia. Como el anuncio de los perros: "Él no lo haría". Seguro que los que trabajan para Iberia vuelan con otras compañías más baratas.
Nuestro viaje a París comenzó con seis horas de autobús y otras seis horas de espera en un aeropuerto, se supone que durmiendo, aunque eso es imposible, a la espera para embarcar. Por eso entiendo un poco a los afectados por el follón de El Prat. Si pasar una noche en vela en un aeropuerto es una prueba dura (el día siguiente te duermes en el RER, en el metro y casi en lo alto de la Torre Eiffel), pasar tres días sin saber si al final volarás... Cómo explicarlo.
Y lo peor es que ahora la compañía se lavará las manos. La gente perderá sus vacaciones, su tiempo y su dinero. Se dejará los riñones en algunos de los incómodos sillones durante horas de espera, mientras Iberia seguirá recaudando millones por sus vuelos.
Mi compañía no era Iberia, y aún así nuestro vuelo tardó una hora más en salir, con casi todo el pasaje sentado y esperando por no sé qué problema del Charles de Gaulle. Y eso desespera y ya estás a punto de volar...
Sólo espero que la ministra malagueña tome cartas en el asunto: todo un abuso al consumidor y una falta de respeto a las personas. Si los trabajadores se ponen en huelga, el cliente siempre tiene la razón. No hay por qué echarlos a dormir en las terminales, con lo incómodas e inhóspitas que son (además de caras). Iberia será una de las majors españolas, pero ya basta de abusos.
Puede que las de bajo coste parezcan cutres, pero los aviones son buenos y vuelan igual. Y cada 15 días no están haciendo huelga.
Haced como yo: ¡boicot a Iberia!

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jueves, julio 20, 2006

El mayor espectáculo del mundo

No quiero irme a París sin recomendaros el mayor espectáculo del mundo. Pasé la otra noche en el Cirque du Soleil viendo su espectáculo Dralion y, creedme, el circo ya no es lo que era, pero en el buen sentido... ¡Qué maravilla!
Luces, sonido, color, cuerpos en movimiento, danza, malabares, contorsionismo, saltos, risas... Circo en definitiva, pero en moderno, adaptado a este siglo. Hasta tiene su propio merchandising: camisetas, narices de payaso, máscaras y hasta maletas hechas con un trozo de la antigua carpa del circo... Increíble.
Para el que no haya ido o se lo esté pensando: que actúe. Sólo están en Málaga hasta el día 30 de julio y os aseguro que no os lo podéis perder. Ya estoy deseando que otro de esos espectáculos venga a la ciudad.
Sólo una cosa: no esperéis magia. Ni moderna ni antigua. Es lo único que les falta.

domingo, julio 09, 2006

Metro 0 - Benedicto 15

Las tragedias no deberían servir para hacer agravios comparativos, pero algunos no pueden dejar de pasarse por alto. El último viene de la mano de la televisión autonómica valenciana y de su cobertura desigual de los acontecimientos.
Lunes 3 de julio: Un vagón del metro de Valencia descarrila en una curva dejando 42 muertos a su paso, muchos heridos y un puñado de niños huérfanos y alguna madre sin hijos. Al poco rato del suceso, mientras todas las cadenas de televisión contactaban con el lugar de la noticia, Canal 9 emitía la telenovela programada.
Sábado 8 de julio: El Papa llega a Valencia para defender el valor de la "familia tradicional". Cobertura informativa por parte de Canal 9: 15 horas de directo en dos días.
No voy a entrar en cuestiones políticas. Podría decir que es una televisión controlada por la Generalitat Valenciana, en la que gobierna el Partido Popular. Podría hablar de su indudable vinculación con la Iglesia católica. Podría, pero no tiene sentido hacerlo pero las cifras hablan por sí solas. Hay vivos que interesan más que los muertos, por mucho que duelan estos últimos.
Sólo diré que la relevancia informativa de ambos hechos es discutible, pero clara. No hace falta remitirse al decálogo de Carl Warren para saber cuál de los dos es el que más interesa y más afecta a la gente. A más gente.

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