Pon un hada en tu vida

Da gusto ir al cine para sorprenderse con una buena película. De ésas que además de estar bien hechas, nos dejan un buen sabor de boca y cuando las recordamos se queda un halo de ternura.

Eso me pasó con La educación de las hadas, una bellísima película de la que destaca, ante todo, la relación de Nicolás (Ricardo Darín) y Raúl (Víctor Valdivia), un actor muy joven pero que carga con el peso de la película con la inocencia de un niño.

Hace años leí el texto original de Didier Van Cauwelaert y he de reconocer que aunque la película no se ajusta por completo a la obra, el resultado es delicioso, casi mejor que la novela.

Entre lo mejor de la película, la relación entre "padre e hijo" y la angustia que crea la situación de ella, Ingrid (Irène Jacob), que hace que llegues a odiarla en algunos momentos. No está mal tampoco Bebe. No es mala actriz y se esfuerza por hacer creíble el papel de argelina pese a su acento andaluz-extremeño.

La fotografía es estupenda y el tratamiento de los personajes también lo es. Una historia tierna de la que disfrutar en un buen momento.

No sé si ya la encontraréis en el cine. Es lo que tienen las películas españolas, que desaparecen pronto, pero buscadla. Hay quién dice que no es el mejor Cuerda, pero la película invita a muchas cosas y deja un buen sabor de boca.