martes, mayo 23, 2006

Valores jóvenes en corto

Nos dicen que no tenemos ideales. Que no sabemos a dónde vamos. Que mientras que en Francia se movilizan por una reforma laboral pésima (sí, la española es mucho peor y hay que ver cómo nos venden la moto), aquí sólo sabemos reunirnos para hacer botellones. Sé que el tema parece un poco repetitivo, pero no sólo de sentadas se nutre el ego de la juventud española. Me explico.
He escogido una mala fecha para empezar el blog porque estoy de jurado en el Eurovideo 05, un certamen que se celebra en mi facultad. Ayer fue la primera sesión maratoniana y pudimos ver algunos cortos hechos por jóvenes de menos de 30 años. Para los que no estéis metidos en este mundillo, y yo sólo estoy empezando, hacer un corto es algo realmente complejo que exige mucho esfuerzo, tiempo y dinero. Aquel que produce y graba su propio cortometraje se endeuda muchas veces, y no sólo eso. También recurre a los colegas porque si hay algo que necesite del trabajo en equipo es, precisamente, una producción audiovisual. Y sus amigos participan, se implican y se dejan los higadillos muchas veces para no ver un duro, porque pocos son los que pueden pagarles. Se requieren equipos, actores, medios técnicos y humanos, y sobre todo, una historia.
Lo de ayer fue sólo el aperitivo de un certamen al que le quedan 4 jornadas y muchos cortos por proyectar, pero si algo pudimos ver son historias diferentes. De ésas que cuesta mucho sacar de la cabeza. Imaginaos el trabajo. Tener una idea original, plasmarla en un papel y convencer a un grupo de amigos para que te ayuden a rodarla. A ello súmale el buscar subvenciones, personal, actores, recurrir a unos y a otros y luego, con el corto acabado, llevarlo a todos los festivales y certámenes que puedas, darle publicidad y ganar algo, si es que el corto es realmente bueno.
En definitiva, que sí que nos movemos, por más que digan nuestros mayores. Esto es sólo una muestra de cómo funciona en uno de los muchos ámbitos laborales, pero si eso no es perseguir un sueño, que se lo digan a los muchos y desconocidos cortometrajistas que hay en Málaga, o en España. ¿Y todo para qué? ¿Habéis visto un cine donde se pongan cortos? A este género le queda mucho por crecer, pero va por el buen camino. De momento, hay calidad.
A los interesados y que les pille cerca, que se pasen por el aula magna de la facultad de Ciencias de la Comunicación de Málaga. Durante esta semana las tardes van a tener muchas historias en corto.

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1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Al fin y al cabo nos seguiremos revelando por los más variados métodos, legítimos siempre, contra esta sociedad cada día más incomprensible. Un beso!

10:40 a. m.  

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